Concierto de Ludovico Einaudi, 1 Noviembre 2007
“Mis dedos avanzan torpes golpeando el teclado… No hay condiciones, no hay tiempos, sólo el placer de aprender, de hacer música… Tú me inspiras…”
“Es tarde,
se han apagado las luces
no hay nadie…
sólo tu perfume
y una sombra
extendida en el suelo
Tu recuerdo…”
“Se hace tarde,
caen los sigilos claros
Unas manos…
sólo un rostro
y tu “piano” cuerpo
abstracto e inhumano.
Mi ausencia…”
“Es tarde,
se hace tarde,
se han apagado las luces,
caen los siguilos claros.
No hay nadie…
Unas manos…
sólo tu perfume,
sólo un rostro
y una sombra:
tu “piano” cuerpo
extendido en el suelo,
abstracto e inhumano.
Tu recuerdo…
Mi ausencia…”
“Aquel circular espacio del Teatro dormía en la oscuridad de una tenue noche. Sólo había una sombra de luz tendida en el suelo, donde yo me ausentaba, mientras el cuerpo de sus notas rozaban lo tangible”.
**********
Le seguí desde un palco, en una experiencia única y maravillosa. Una de esas experiencias de sentimientos a flor de piel, vello erizado, corazón encogido y lágrimas en los ojos…
Portentoso y sublime, Einaudi…
Siempre…